La Palabra nos habla en el Sermón de la Montaña de Las Bienaventuranzas. Estas son el modelo a seguir por todo cristiano, es decir, seguidor de Jesús. Nos indican el espíritu de actuación de la Iglesia mientras peregrina hacia el Padre. Pero ya que nosotros mismos somos peregrinos, hemos de escuchar esta palabra de hoy con actitud de conversión personal y comunitaria.
Por eso en clave de Iglesia podemos decir:
Dichosa la Iglesia "pobre de espíritu" y de corazón sencillo, que se siente sostenida por Jesús.
Dichosa la Iglesia que "llora" con los que lloran
Dichosa la Iglesia que "sufre" con los que sufren.
Dichosa la Iglesia que "que tiene hambre y sed de justicia".
Dichosa la Iglesia que "es misericordiosa".
Dichosa la Iglesia que "tiene un corazón limpio" .
Dichosa la Iglesia que "trabaja por la paz".
Dichosa la Iglesia que "sufre persecución y rechazo".
El mundo esta esperando una acción mas comprometida de nosotros. Cuando eso se de, creerán en Jesús.
Nota: Parafraseando lo publicado en el Boletín Parroquial # 717 de la parroquia San José, OCD, de Ponce, Puerto Rico.