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jueves, 12 de diciembre de 2019

#696 - la iglesia que los apóstoles nos dejaron 6

En su libro, "Las iglesias que  los apóstoles nos dejaron" desglosa el autor las siguientes tendencias:


6- Una comunidad de personas guiadas por el Espíritu -Paraclito

E aquí un  resumen de la Iglesia como una comunidad de personas guiadas por el Espiritu-Paraclito.


VI.        Una comunidad de personas guiadas por el Espíritu-Paráclito – la tradición del discípulo amado en las cartas de Juan.
a)      Se da la separación entre los la sinagoga y la comunidad joánica: los unos discípulos de Moisés; los otros, de Jesús.  Haber sido expulsados de la sinagoga condujo inevitablemente a adherirse más intensamente a  la alta cristología que profesaban.
b)      Paraklètos aparece en 1 Jn 2,1: “tenemos ante el Padre un abogado, Jesucristo, el Justo. Jesús es el primer Paráclito y nos hace de abogado en el cielo; el Espíritu es el “otro Paráclito”.
c)       Los miembros de la comunidad tienen que defenderse, debido a sus puntos de vista cristológicos. Su ayuda y garantía era el Espíritu –Paráclito, presente en ellos como interprete correcto del significado de Jesús.   
d)      El Paráclito conserva incólume el pasado, porque todo lo recibe de Jesús y no comunica ninguna revelación nueva.
e)      Dios es Espíritu, y el Espíritu de la verdad habita en cada cristiano, donde quiera que esté.
f)       El único foco de interés de las Cartas es una división interna de la comunidad: “…han surgido muchos anticristos…Salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros” (1Jn 2, 18-19).
g)      El mandamiento de Jesús en el cuarto evangelio: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”, tiene tanta importancia para el autor de las cartas que lo sitúa al mismo nivel que la fe en Jesús (1Jn 3,23), aunque se refiere solo a amarse mutuamente, o amar al propio hermano. No se trata de una exigencia de amar al prójimo, como en la tradición sinóptica.
h)      En la situación de división, manifestada en las cartas, el autor a pela a la tradición, como era ‘desde el principio”, como apoyo a su interpretación: “en cuanto a vosotros, el Espíritu que habéis recibido de El permanece en vosotros y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe”  (1 Jn 2,27)

i)        La comunidad de Discípulo Amado continúa atestiguando y advirtiendo que, en la Iglesia, nunca debe reemplazarse el papel único de Jesús en la vida de los cristianos.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

#690 - La Iglesia que los apóstoles nos dejaron

En su libro, "Las iglesias que  los apóstoles nos dejaron" desglosa el autor las siguientes tendencias:

1- Iglesia Estructurada
2- Iglesia como cuerpo de Cristo
3- Iglesia y Espíritu
4- Iglesia como pueblo de Dios
5- Una comunidad e personas unidas individualmente a Jesús
6- Una comunidad de personas guiadas por el Espíritu -Paraclito
7- Iglesia como una autoridad que no sustituye a Jesús.

Comencemos por un resumen de la Iglesia estructurada.


“Las iglesias que los apóstoles nos dejaron”
Raymond E. Brown
4ta edición– Mayo 2000

 I.     Una Iglesia estructurada – tradición paulina en las Cartas Pastorales (A Timoteo y a Tito)

a)      Pablo, más que por la misión, se preocupa  ahora por el cuidado del rebaño. La imagen para  expresar esta idea es la de apacentar. De ahí el término “Pastorales”.
b)      Ya que muchas de las comunidades fundadas por Pablo carecían de autoridades locales, esta carencia debía ser remediada nombrando presbíteros (Tito 1, 5.7)cuyo significado era el de “el más anciano” o el “mayor”. Esta pasará a designar a los elegidos por su sabiduría.
c)       Estos presbíteros desempeñaban también una función de supervisión. De ahí que se les designe además con el título de obispos, inspector, supervisor. Ya los esenios, en el siglo I a.c. llamaban a si a los funcionarios que se dedicaban a enseñar, exhortar y administrar. Se les describía metafóricamente como “pastores”. Por eso el obispo debe estar firmemente adherido a la palabra (Tit 1,9).
d)      En escritos posteriores al año 100 d.C., Ignacio de Antioquia atestigua el modelo según el cual había un obispo presidiendo a un grupo de presbíteros y diáconos. En la carta de Santiago 5, 14, aparecen los presbíteros desempeñando una función especial en la oración y la unción.
e)      Los presbíteros-obispos  eran los “maestros oficiales de la comunidad”. Rechazaban cualquier novedad o enseñanza diferente a la que habían recibido de Pablo a través de Tito y Timoteo. Se les había confiado esta enseñanza para conservarla con la ayuda del Espíritu Santo (2 Tim1,14). Debían ser como padres, responsables de la casa, administradores de los bienes, ejemplares y guardianes de la disciplina. Las virtudes exigidas eran: ser irreprochables, íntegros, santos; dueños de sí mismos y de un carácter que no sea colérico o arrogante (1 Tim 3,4). Se les supone capaces de administrar su propia casa y, especialmente, no deben ser amantes de las riquezas (1 Tim 3, 3.5). No se permitían faltas, como las borracheras (Tit 1, 7; 1 Tim 3.3). No pueden ser recién conversos; sus hijos deben ser cristianos (Tit 1, 6; 1 Tim 3,2.6). Así que desde sus comienzos, la iglesia impuso normas comunitarias.
f)       En cuanto al matrimonio de los presbíteros, e l catolicismo romano ha impuesto el modelo personal de Pablo (1 Cor 7,8)
g)      Se recuerda a los creyentes que sean sumisos al gobierno y a las autoridades, tanto religiosas como civiles (Tit 3.1).
h)      Esta estructura institucional de presbíteros, obispos y diáconos, al preservar la tradición apostólica dan una fuerte estabilidad y una sólida continuidad a la Iglesia.   

i)        Podríamos concluir que, excluyendo a los presbíteros, todos los demás pertenecemos a una condición fija de enseñados,  que, si no son instruidos por los maestros oficiales, resultarán engañados por falsos maestros. Una vez formados, algunos laicos pueden enseñar no solo transmitiendo lo que recibieron, sino haciendo sus propias aportaciones.