Evangelio de Juan
“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.”
(¡Que misterio más grande! Un Dios que se abaja y se hace comida para habitar plenamente en cada uno de nosotros y así nos eleva a la dimensión divina, limpiándonos de nuestros pecados y colmándolos de todos sus dones.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario