miércoles, 31 de enero de 2024

#2156- La confesión

 Sal 31,1-2.5.6.7


R/. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado


Dichoso el que está absuelto de su culpa,

a quien le han sepultado su pecado;

dichoso el hombre a quien el Señor

no le apunta el delito. R/.


Había pecado, lo reconocí,

no te encubrí mi delito;

propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,

y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.


Por eso, que todo fiel te suplique

en el momento de la desgracia:

la crecida de las aguas caudalosas

no lo alcanzará. R/.


Tú eres mi refugio,

me libras del peligro,

me rodeas de cantos de liberación. R/.

(Recordemos que por el Sacramento de la reconciliación se nis perdonan todas nuestras culpas. Prepárate para una buena confesión, el sacerdote en la persona de Cristo te absolverá. Esta es nuestra fe.)

martes, 30 de enero de 2024

#2155- Síntesis Sinodo

En vista a la próxima encuesta como preparación para la Segunda Sesión del Sínodo le comparto un resumen de lo realizado hasta hora: 

Síntesis sínodo

1. La sinodalidad: experiencia y comprensión 

Cuestiones que afrontar

j) Partiendo del trabajo de reflexión ya realizado, se requiere precisar el significado de sinodalidad en diversos niveles, desde el uso pastoral al teológico y canónico, superando el riesgo de que suene demasiado vago o genérico, o que aparezca como una moda pasajera. Al mismo tiempo, se ve necesario aclarar la relación entre sinodalidad y comunión, así como el de sinodalidad y colegialidad.

k) Ha surgido el deseo de valorar las diferencias prácticas y la comprensión de la sinodalidad entre las tradiciones del Oriente cristiano y la tradición latina, incluso en el proceso sinodal en curso, favoreciendo el encuentro entre ellas.

l) En particular, se han hecho manifiestas las muchas expresiones de la vida sinodal en contextos culturales en los que las personas están habituadas a caminar juntas como comunidad. En esta

línea, se puede afirmar que la práctica sinodal forma parte de la respuesta profética de la Iglesia al individualismo que se repliega sobre sí mismo, a un populismo que divide y a una globalización que homogeneiza, eliminando las diferencias. No resuelve estos problemas, pero ofrece un modo

alternativo de ser y de obrar lleno de esperanza, que integra la pluralidad de perspectivas para ser ulteriormente explorado e iluminado.

Propuestas

m) La riqueza y la profundidad de la experiencia vivida nos llevan a señalar como prioritaria la ampliación del número de personas implicadas en caminos sinodales, superando los obstáculos a

la participación puestos hasta ahora, así como el sentimiento de desconfianza y los temores que algunos albergan.

n) Es preciso desarrollar modalidades para una más activa implicación de diáconos, presbíteros y obispos en el proceso sinodal durante el próximo año. Una Iglesia sinodal no puede verse privada de sus voces, de sus experiencias y de sus aportaciones. Necesitamos comprender las razones de la resistencia a la sinodalidad de algunos de ellos.

o) Finalmente, ha aparecido también la necesidad de que la cultura sinodal se convierta en más intergeneracional, con espacios que permitan a los jóvenes hablar libremente con sus familias,

con sus contemporáneos y con sus pastores, también a través de los canales digitales.

p) Se propone promover, en lugar oportuno, el trabajo teológico de profundización terminológica y

conceptual de la noción y de la práctica de la sinodalidad antes de la Segunda Sesión de la Asamblea, ayudándose del rico patrimonio de estudios que siguieron al Concilio Vaticano II y, en particular, de los documentos de la Comisión Teológica Internacional sobre La sinodalidad en la

vida de la Iglesia (2018) y El sensus fidei en la vida de la Iglesia (2014).

q) Una análoga aclaración, requieren también las implicaciones canónicas de la perspectiva de la sinodalidad. A este respecto, se propone la institución de una comisión internacional a propósito

de teólogos y canonistas, en vistas a la Segunda Asamblea.

r) Parece llegado el momento de una revisión del Código de Derecho Canónico y del Código de las Iglesias Orientales. Póngase en marcha, por tanto, un estudio preliminar.

lunes, 29 de enero de 2024

#2154- El nos cuida

 Salmo 3

“Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,

tú mantienes alta mi cabeza.

Si grito, invocando al Señor,

él me escucha desde su monte santo. 

Puedo acostarme y dormir y despertar:

el Señor me sostiene.”

(Como un Padre amoroso el vela, nos cuida y nos sostiene. Gracias Padre, gracias Hijo, gracias Espíritu Santo.)

sábado, 27 de enero de 2024

#2152- Testigo y misionero

 Sal 50,12-13.14-15.16-17

R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro


Oh Dios, crea en mí un corazón puro,

renuévame por dentro con espíritu firme;

no me arrojes lejos de tu rostro,

no me quites tu santo espíritu. R/.


Devuélveme la alegría de tu salvación,

afiánzame con espíritu generoso:

enseñaré a los malvados tus caminos,

los pecadores volverán a ti. R/.


¡Líbrame de la sangre, oh Dios,

Dios, Salvador mío,

y cantará mi lengua tu justicia.

Señor, me abrirás los labios,

y mi boca proclamará tu alabanza. R/.


(Porque me has llamado a ser tu testigo y misionero. En mi barca no hay oro ni espadas, tan sólo redes y mi trabajo.)

Buen día a todos

viernes, 26 de enero de 2024

#2151 - Esperanza en Dios

 Marcos 3, 22-30

"La pequeña comparación que aparece en el evangelio del día alude a una realidad social y política.  En el momento en que los ciudadanos de un Estado entran discordia, las instituciones se destruyen al igual que sucede con los miembros de una familia que se enfrentan. Satanás tiene un amplio reino que divide a los seres humanos entre si  y les aparta de Dios. El ministerio de Jesus es la liquidación de esas fuerzas antagónicas, la liberación de su dominio y el inicio de una nueva vida. Cuando menciona a 'el que blasfeme contra el Espíritu Santo' se refiere a quien se niega o se cierra a la posibilidad de vivir de otra manera, creyendo que no hay alternativas más saludables o dignificadoras que aquellas ofrecidas por cualquier sistema dominante. No solo se trata de quien niega la acción de Dios en la historia sino de rendirse a la esclavitud bajo la que está viviendo, Jesus invita a no darnos por vencidos sino a dar lugar a la esperanza en Dios,"

Del Diario Biblico Claretiano 2024   

jueves, 25 de enero de 2024

#2150 - Unidad de los cristianos 5

Día 8: Jueves 

25 de enero: Conversión de San Pablo (finaliza el octavario de oración con la celebración de la Palabra en un templo católico o de otra denominación cristiana)

Vete y haz tú lo mismo. (Lc 10,37) 

Señor, que nuestra comunión sea signo de tu reino Pasajes adicionales de las Escrituras Romanos 12,9-13 Salmo 41,1-2 

Reflexión 

Con estas palabras —«Vete y haz tú lo mismo»— Jesús nos envía a cada uno de nosotros, y a cada una de nuestras Iglesias, a vivir el mandamiento del amor. Inspirados por el Espíritu Santo, somos enviados a ser «otros Cristos», acercándonos a la humanidad sufriente con compasión y misericordia. Al igual que hizo el buen samaritano con el hombre herido, nosotros podemos elegir no rechazar a los que son diferentes, sino cultivar una cultura de la proximidad y la bondad. ¿Cómo interpela mi vida la invitación de Jesús: «Vete y haz tú lo mismo»? ¿Qué consecuencias tiene esta llamada de Cristo para mis relaciones con los miembros de otras Iglesias? ¿Cómo podemos dar juntos testimonio del amor de Dios en la caridad? Como embajadores de Cristo (cf. 2 Cor 5,20), estamos llamados a reconciliarnos con Dios y entre nosotros, para que la comunión eche raíces y crezca en nuestras Iglesias y en las zonas afectadas por conflictos intercomunales, como el de la región de Sahel. A medida que aumente la confianza mutua, estaremos más dispuestos a mostrar nuestras heridas, incluidas las heridas eclesiales, para que el amor de Cristo pueda visitarnos y sanarnos a través del amor y el cuidado de los demás. Luchar juntos por la unidad de los cristianos ayuda a reconstruir las relaciones, para que la violencia pueda dar paso a la solidaridad y la paz. 

Oración 

Padre celestial, te damos gracias por el don del Espíritu Santo, el dador de vida, que nos hace estar más abiertos los unos a los otros, resuelve conflictos y fortalece nuestros lazos de comunión. Que crezcamos en el afecto mutuo y en el deseo de anunciar más fielmente el mensaje del evangelio, para que el mundo crezca en unidad y acoja al Príncipe de la Paz. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

martes, 23 de enero de 2024

#2148- Unidad de los cristianos 4

 Octavario por la unidad de lis cristianos 4

Día 5: Lunes, 22 de enero 

Se acercó a él, le vendó las heridas poniendo aceite y vino sobre ellas. (Lc 10,34) 

Señor, ayúdanos a mirar las heridas y encontrar esperanza 

Pasajes adicionales de las Escrituras Joel 2,23-27 Salmo 104,14-15 

Reflexión 

El buen samaritano hizo lo que pudo según sus posibilidades: vertió vino y aceite y vendó las heridas del hombre y lo puso sobre su propio animal. Incluso fue más allá prometiendo hacerse cargo de sus cuidados. Cuando vemos el mundo a través de los ojos del samaritano, cada situación puede ser una oportunidad para ayudar a los necesitados. Aquí es donde se manifiesta el amor. El ejemplo del buen samaritano nos lleva a preguntarnos cómo responder al prójimo. Dio vino y aceite, restaurando al hombre y dándole esperanza. ¿Qué estamos dispuestos a dar para contribuir al proyecto de Dios de sanar este mundo roto? Los signos de este mundo quebrantado son la inseguridad, el miedo, la desconfianza y la división. Avergonzados, reconocemos que estas divisiones también existen entre los cristianos. Aunque celebramos sacramentos u otros rituales de sanación, reconciliación y consuelo, a menudo usando aceite y vino, persistimos en divisiones que hieren el cuerpo de Cristo. La sanación de nuestras divisiones cristianas promueve la sanación de las naciones. 

Oración 

Dios misericordioso, tú que eres la fuente de todo amor y bondad, permítenos ver las necesidades de nuestro prójimo. Muéstranos lo que podemos hacer para alcanzar la sanación. Cámbianos, para que podamos amar a todos nuestros hermanos y hermanas. Ayúdanos a superar los obstáculos de la división, para que podamos construir un mundo de paz para el bien común. Gracias por renovar tu creación y conducirnos a un futuro lleno de esperanza. Tú que eres Señor de todo, ayer, hoy y siempre. Amén

lunes, 22 de enero de 2024

#2148- No juzgar

 “Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»

Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.”

Cuidado cuando juzguemos a los demás y los tildemos de demonios. No sabemos lo que hay en el corazón y la mente de otros.

 Miremos lo bueno de cada uno.

sábado, 20 de enero de 2024

#2146 - Unidad de lis cristianos 3

 Octavario por la unidad de los cristianos 3

Día 3: Sábado, 20 de enero

¿Quién es mi prójimo? (Lc 10,29)

Señor, abre nuestros corazones a quienes no somos capaces de ver

Romanos 13,8-10 Salmo 119,57-63

Reflexión

El maestro de la ley quería autojustificarse con la esperanza de que el prójimo al que debía amar fuese alguien de su propio pueblo y de su misma fe. Este es un instinto humano natural. Cuando invitamos a las personas a nuestros hogares, a menudo son personas que comparten nuestro estatus social, nuestra visión de la vida y nuestros valores. Hay un instinto humano de preferir lugares familiares. Lo mismo puede decirse de nuestras comunidades eclesiales. Pero Jesús lleva al maestro de la ley, y a aquellos que lo oían, a profundizar en su propia tradición al recordarles la obligación de acoger y amar a todos, independientemente de su religión, cultura o condición social. El evangelio enseña que amar a los que son como nosotros no es extraordinario. Jesús nos conduce hacia una visión radical de lo que significa ser humano. La parábola ilustra de una manera muy visible lo que Cristo espera de nosotros: abrir nuestros corazones y caminar en su camino, amando a los demás como él nos ama. De hecho, Jesús responde al maestro de la ley con otra pregunta: no es «¿quién es mi prójimo?», sino, «¿quién demostró ser prójimo del hombre necesitado?». Nuestros tiempos de inseguridad y miedo nos confrontan con una realidad donde la desconfianza y la incertidumbre pasan a primer plano en las relaciones. Este es el desafío de la parábola de hoy: ¿para quién soy prójimo?

Oración

Dios de amor, que inscribes el amor en nuestros corazones, infunde en nosotros el valor de mirar más allá de nosotros mismos y ver al prójimo en los que son diferentes a nosotros, para que podamos seguir verdaderamente a Jesucristo, nuestro hermano y nuestro amigo, que es Señor, por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 19 de enero de 2024

#2145_ Unidad de los cristianos 2

 Octavario por la unidad de los cristianos

El camino del ecumenismo

Jesús oró para que todos sus discípulos fueran uno (Jn 17,21), y así los cristianos no pueden perder la esperanza o dejar de orar y trabajar por la unidad. Están unidos por su amor a Dios en Cristo y por la experiencia de conocer el amor que Dios les tiene. Reconocen esta experiencia de fe el uno en el otro cuando oran, adoran y sirven a Dios juntos. Sin embargo, en las relaciones intereclesiales, incluso en Burkina Faso, esto sigue siendo un desafío. La falta de conocimiento mutuo entre las iglesias y la sospecha mutua pueden debilitar el compromiso en el camino del ecumenismo. Algunos pueden tener temor porque el ecumenismo conduzca a una pérdida de identidad denominacional e impida el «crecimiento» de la Iglesia. Tal rivalidad entre las Iglesias es contraria a la oración de Jesús. Al igual que el sacerdote y el levita en el pasaje del evangelio, los cristianos a menudo pierden la oportunidad de relacionarse con hermanos y hermanas debido al miedo. Durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, pedimos al Señor que venga en nuestra ayuda, para curar nuestras heridas y así permitirnos recorrer el camino del ecumenismo con confianza y esperanza.

La unidad de los cristianos al servicio de una paz y una reconciliación más amplias

 El contexto específico de Burkina Faso refleja la necesidad de poner el amor en el centro de la búsqueda de la paz y la reconciliación. Esta búsqueda a menudo se ha visto mermada por la pérdida de valores y de un sentido compartido de humanidad y por una disminución de la preocupación por el bien común, la honradez, la integridad y el patriotismo. La búsqueda de la reconciliación también se ha visto debilitada por el empobrecimiento espiritual y por la búsqueda de ganancias fáciles. Frente a estas realidades, el imperativo de testimoniar el amor de Dios es aún más apremiante.


Pasar de la división a la unidad en Burkina Faso


Las comunidades cristianas en Burkina Faso tratan de vivir la llamada al amor a través de la hospitalidad mutua. Esto es particularmente evidente durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Han comprometido recursos humanos y financieros para traducir el texto ecuménico francés de la Biblia (Traduction Oecuménique de la Bible) a las lenguas locales, ayudando así a conducir a los cristianos a la «posada» de la Palabra de Dios (cf. Lc 10,34). Además, visitan las Iglesias de los demás y comparten la oración. También cooperan en la promoción de la fraternidad humana, la paz y la seguridad en Burkina Faso. Llevan a Cristo a sus hermanos y hermanas cuando curan las heridas de aquellos que caen en las garras de la pobreza y las dificultades. Sin embargo, como dice un proverbio africano: «El árbol no debe ocultar el bosque». Estos ejemplos ecuménicos positivos no pueden ocultar muchos desafíos que aún quedan para lograr la unidad. A pesar de sus esfuerzos por hacerse prójimos de todos los que confiesan al Dios Trino, las Iglesias de Burkina Faso siguen intentando amarse verdaderamente según el mandato de Cristo. A veces se relacionan entre sí como samaritanos y judíos, divididos cultural y teológicamente y en clima de enemistad y hostilidad. La continua desunión los desfigura y reconocen la necesidad de una conversión ecuménica, para poder derramar el aceite y el vino de la sanación sobre las heridas de los demás. La posada en la parábola del buen samaritano fue frecuentemente interpretada por los Padres de la Iglesia como una imagen de la Iglesia. Así como el samaritano llevó al hombre herido a la posada, así Cristo confía a los heridos y necesitados del mundo a nuestras Iglesias, para cuidar sus heridas y ayudarlos a recuperar la salud. Esta misión al servicio del mundo es también camino hacia la unidad, que es un don de Dios para el pueblo de Dios.

jueves, 18 de enero de 2024

#2144- Unidad de los cristianos

 SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

18-25 de enero 2024

Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo (cf. Lc 10,27)

 La posada del buen samaritano

Los cristianos de Burkina Faso han propuesto como tema de reflexión para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos la parábola del buen samaritano, en la que Jesús explica en qué consiste amar al prójimo. Algunos Padres de la Iglesia interpretaron esta parábola en sentido cristológico, indicando que la persona herida al borde del camino es la humanidad (Adán) y que el buen samaritano, que movido por amor sale a auxiliarlo, es el mismo Jesucristo. En un prefacio de la misa se dice que Jesús también hoy «como Buen Samaritano, se acerca a todo hombre que sufre en su cuerpo o en su espíritu, y sana sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza» (Prefacio común VIII). En esta interpretación de la parábola, se señala que la posada a la que Jesús, el buen samaritano, lleva a la persona herida es la Iglesia. Es a ella a quien el samaritano confía la humanidad hasta que él vuelva. Ella tiene ahora la misión de sanar al ser humano con el vino y el aceite (símbolo de los sacramentos). Orígenes escribió: «El samaritano lleva al moribundo y lo conduce a una posada, es decir, dentro de la Iglesia. Ella está abierta a todos, no niega sus auxilios a nadie y todos son invitados por Jesús» (Homilías sobre el evangelio de Lucas 34,3). También afirmaba san Juan Crisóstomo: «La Iglesia es una posada, colocada en el camino de la vida, que recibe a todos los que vienen a ella, cansados del viaje o cargados con los sacos de su culpa». La Iglesia tiene que ser posada donde todos puedan refugiarse, lugar de acogida para los hombres y mujeres que buscan, comunidad que sana. En unas reflexiones sobre la misión, escribió Madeleine Delbrêl (1904-1964): «El mundo se retuerce con dolores infinitos. La Iglesia es quien ha de cuidarlo» (Misioneros sin barcas, 1943). Para que esto sea posible, nuestras comunidades han de ser abiertas, alegres, vivas. Han de tener, sobre todo, una inmensa capacidad de acogida, para que todos se encuentren en ella como en su casa. Pensemos en el posadero, que no pregunta quién es la víctima, ni cuál es su estado o condición. Simple[1]mente lo acoge y, desde el amor, lo ayuda a sanar.

La acogida y la hospitalidad son un signo distintivo de la Iglesia de Cristo. Evidentemente, esta acogida hemos de vivirla entre los que nos llamamos cristianos, que por el baño del bautismo somos miembros de la Iglesia, aunque entre nosotros aún no vivamos la plenitud de la comunión en la fe (cf. LG 15). Todos formamos parte del cuerpo de Cristo y, por eso, con dolor, se preguntaba Juan Pablo II: «¿Cómo es posible permanecer divididos si con el bautismo hemos sido “inmersos” en la muerte del Señor, es decir, en el hecho mismo en que, por medio del Hijo, Dios ha derribado los muros de la división?» (Ut unum sint, 6). Ciertamente la división entre nosotros contradice clara y abiertamente la voluntad del Señor y es un grave escándalo para todo el mundo (cf. UR 1). En estos días oramos especialmente para que el Señor nos haga sentir el dolor de la división y nos ilumine para encontrar caminos de encuentro. Juntos sentimos la llamada a acoger a las personas heridas, que quizás siguen estando al borde del camino. Vale la pena trabajar unidos para que esas personas encuentren acogida entre nosotros y reciban los cuidados y atención que necesitan. Al mismo tiempo, hemos de pedir perdón por las veces en que parte de esta humanidad herida se haya podido sentir excluida de la misma Iglesia. Y también porque con nuestras actitudes hemos sembrado división y discordia, acentuando las divergencias y mirando al otro como a un contrincante y no como a un hermano. En su reflexión sobre esta parábola, escribía el papa Francisco: Este encuentro misericordioso entre un samaritano y un judío es una potente interpelación, que desmiente toda manipulación ideológica, para que ampliemos nuestro círculo, para que demos a nuestra capacidad de amar una dimensión universal capaz de traspasar todos los prejuicios, todas las barreras históricas o culturales, todos los intereses mezquinos (Fratelli tutti, 83). Al papa le gusta también otra imagen parecida: la del «hospital de campaña», que atiende a «tanta gente herida que nos pide cercanía, que nos pide a nosotros lo que pedían a Jesús: cercanía, proximidad» (Discurso 19-10-2014).

Oremos con intensidad durante esta semana, para que nuestra Iglesia sea de verdad casa de acogida, hospital que sana, posada que recibe a todos, como aquella del buen samaritano.

miércoles, 17 de enero de 2024

#2142- Pensamientos

 Pensamientos de Don Avelino López de Castro

Antonio Macias

Madrid 2016

“En los anos 1940 y 1950, don Avelino desarrolló estas ideas, dirigidas a jóvenes de Acción Católica y a los pioneros del Acies Christi… La espiritualidad que presentan, recogida en ESCRITOS, es la que trataban de vivir y promover don Avelino en aquellos jóvenes. Y hoy es la base de espiritualidad de los Institutos Seculares Acies Christi y Hermandad de Operarias Evangélicas…”, cuya casa de formación está ubicada en el barrio miradero de Mayagüez, Puerto Rico


 I.         Vida cristiana

1.       Nada de chapuzas. Todo bien acabado porque nada hay pequeño en el servicio de Dios.

2.       Sin generosidad no puedes ayudar a los que te necesitan ni luchar contra tus debilidades. Y necesitas entusiasmo para presentar el Evangelio haciendo el bien.

3.       Te falta generosidad y entusiasmo para buscar la verdad con toda el alma y hacer el bien en todo momento.

4.       No bases tu vida cristiana en sentimientos son en convicciones firmes y en el cumplimiento fiel de tus deberes de estado.

5.       Solo es verdadera la piedad que desarrolla tu sentido de hijo de Dios, tu disposición de servicio y la fidelidad a tus deberes de estado.

6.       El alma de la religión es lo interior, sin fe, sin esperanza y sin amor lo exterior es una pura comedia.

7.       Encontraras la alegría que necesitas para seguir tu camino en la relación personal y amistosa, con Jesús.

8.       En tu interior, en tus pensamientos, está la raíz de tus palabras y de tus acciones. Lo importante es la idea que nadie ve.

9.       No pierdas el tiempo en cosas pequeñas, aprende a polarizar tus deseos en el único deseo definitivo.

10.   Debe ser generoso en el cumplimiento de tu misión evangelizadora, firme para perseverar en el camino comenzado y para cumplir tus deberes sin darte importancia.

lunes, 15 de enero de 2024

#2140- Confiemos en Dios

 Confiemos en Dios

Marcos 6, 45-52

"La Palabra viene enriquecida con elementos fundamentales que mejoran la vida: la gratuidad del amor de Dios, la oración de comunión con Dios y el prójimo; la confianza en la providencia de Dios; gestos de compartir, de bondad, que alimentan la esperanza, la fortaleza de Jesús. Es todo un complemento de vida, que suma y hace parte de la historia del creyente. También están presentes los desafíos, el cambio, el viento en contra, la noche, el cansancio, los tiempos difíciles que, como fantasmas, nos hunden en el miedo, el espanto, la incertidumbre, paralizándonos hasta impedir que veamos luz en el horizonte. Así se visualiza la vida de los discípulos, contemplando pasivamente lo que parecía una desgracia. tienen mucha religión y poca experiencia de Dios vivo. La falta de confianza y fe parece hundirlos. Hoy decimos que nada será como antes, los daños irreparables, en nuestra vida y en la madre tierra, nos alertan de nuevas pandemias. Pero, ¿que es esto para un creyente: una tragedia o una oportunidad de rectificar?"

Del Diario Bíblico 2022

miércoles, 10 de enero de 2024

#2136- Hacer Su voluntad

 Sal 39,2.5.7-8a.8b-9.10

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad


Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito.

Dichoso el hombre que ha puesto

su confianza en el Señor,

y no acude a los idólatras,

que se extravían con engaños. R/.


Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides sacrificio expiatorio,

entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.


«Como está escrito en mi libro:

para hacer tu voluntad.»

Dios mío, lo quiero,

y llevo tu ley en las entrañas. R/.


He proclamado tu salvación

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios:

Señor, tú lo sabes. R/.

(“Aquí estoy Señor” es una frase que debemos repetir constantemente cada dia y el Señor nos mostrará el camino a seguir. Planifiquemos si, nuestras tareas de servicio al Señor, pero estemos atentos a su voz la cual nos hará discernir lo más correcto. Así cumpliremos su voluntad.)

Buen día a todos

sábado, 6 de enero de 2024

#2132- Epifania 2

Peticiones a los Reyes Magos en la cantata celebrada en Caguas, Puerto Rico 

1-por el ambiente 

2- por la paz

3-por el cese de la violencia 

4- por la infancia

5- por nuestros mayores 

6- por la salud

7- por la justicia 

8- por nuestras comunidades 

9- por un mundo mejor

10- por un país sin pobreza 

11- por estrechar los lazos con los vecinos 

Hagamos nuestras estas peticiones y propongámonos realizarlas durante este nuevo año. Seamos un granito de Oración y Esperanza que unidos a todos nuestros hermanos y a los hombres de buena voluntad hagan de este un mundo mejor.

Sigamos la estrella de Cristo como lo hicieron los Magos.

#2131- Epifania

 Himno de Laudes


Reyes que venís por ellas,

no busquéis estrellas ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.


Mirando sus luces bellas,

no sigáis la vuestra ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.


Aquí parad, que aquí está

quien luz a los cielos da:

Dios es el puerto más cierto,

y si habéis hallado puerto

no busquéis estrellas ya.


No busquéis la estrella ahora:

que su luz ha oscurecido

este Sol recién nacido

en esta Virgen Aurora.


Ya no hallaréis luz en ellas,

el Niño os alumbra ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.


Aunque eclipsarse pretende,

no reparéis en su llanto,

porque nunca llueve tanto

como cuando el sol se enciende.


Aquellas lágrimas bellas

la estrella oscurecen ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas. Amén.

viernes, 5 de enero de 2024

#2130- Como Cristo ama

 Primera carta de Juan

No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.


(Este comienzo de año es un buen momento para renovar este llamado que nos hace Juan. 

Unidos más Cristo lo lograremos.)

jueves, 4 de enero de 2024

#2129- Escuchamos su voz

 Primera carta del apóstol Juan

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.

(También cada uno de nosotros hemos escuchado la voz de otros Juanes - sacerdotes, diáconos, catequistas- y hemos seguido a Jesús. Permanezcamos en su amor.)

miércoles, 3 de enero de 2024

#2128- Por puro amor

 Primera carta del apóstol Juan

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro. 

(Porque hemos sido creados a imagen y semejanza suya. Por eso seremos también santos como el es Santo.

Por puro amor nos consagró y lavó nuestro pecados derramando su sangre por nosotros. Respondamos cada día a ese amor amándonos unos a otros como el lo hizo.)

Buen día para todos

martes, 2 de enero de 2024

#2127 - Testigos y comunicadores de Jesus

 Juan 1, 19-28

"A diario nos encontramos con Testigos al estilo de Juan el Bautista. Gente sencilla, humilde, de una fe inquebrantable: delegados de la Palabra, catequistas, agentes de pastoral, padres y madres de familia; su vida irradia a Dios y, con su testimonio, allanan el camino que conduce hacia él. Son testigos audaces que no vamos a encontrar encerrados en un templo; no poseen un título eclesial ni provienen de un instituto de renombre; simplemente son artesanos de la vida que, en el silencio del desierto, han descubierto el misterio del amor de Jesucristo. Nuestras comunidades están llamadas a conocer a Jesus y a arraigarse en el para ser sus testigos y comunicarlo y comunicarlo con pasión y humildad, sin olvidar nunca la condición de discípulos. Nuestros gestos y palabras deben transmitir a un Jesus vivo  presente en medio de las realidades de dolor e injusticia que viven nuestros pueblos. Y cuando todo parezca perdido, es nuestro deber recordar: 'entre ustedes hay alguien que no conocen'."

Del Diario Biblico Claretiano 2024  

lunes, 1 de enero de 2024

#2126- Maria, madre de Dios

 Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (4,4-7):


Hermanos:
Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción filial.
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡“Abba”, Padre!». Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

Ese Hijo engendrado en el vientre de María es también Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad. Esa es nuestra fe.