En su Exhortación Apostólica postsinodal Christifideles laici de 1987, “Sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”, San Juan Pablo II escribe como si estuviera hablándonos en el momento que actualmente estamos viviendo en el mundo y en la Iglesia.
Formas de participación en la vida
de la Iglesia
28. Los fieles laicos, juntamente
con los sacerdotes, religiosos y religiosas, constituyen el único Pueblo de
Dios y Cuerpo de Cristo.
El ser miembros de la Iglesia no
suprime el hecho de que cada cristiano sea un ser «único e irrepetible»,
… Dios llama a cada uno en Cristo por su propio nombre e inconfundible. El
llamamiento del Señor… se dirige a cada uno personalmente…
… cada uno, en su unicidad e
irrepetibilidad se pone al servicio del crecimiento de la comunión eclesial,
así como, por otra parte, recibe personalmente y hace suya la riqueza común de
toda la Iglesia. Esta es la «Comunión de los Santos» que
profesamos en el Credo; el bien de todos se convierte en el bien de cada uno, y
el bien de cada uno se convierte en el bien de todos.
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