viernes, 31 de enero de 2020

#731 - Los Discursos de Jesús 10 - Tesoros en el cielo



SERMÓN DEL MONTE
(El libro del pueblo de Dios)


Atesorar riquezas en el cielo (Mt 6, 19-21)

(Lc 12, 33-34)

Tesoros en el cielo

19. No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.
20. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.
                         21. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.


                         Hoy es un día para reflexionar sobre nuestras prioridades en nuestra vida, en nuestras                                           familias y en nuestra comunidad eclesial. 

                         En todas nuestras metas y decisiones, ?es Cristo nuestra brújula?

                         Pidamos al Señor que nos ilumine y nos ayude a discernir cual debe ser nuestro camino. 

jueves, 30 de enero de 2020

#730 - Los Discursos de Jesús 9 - La lampara del cuerpo


SERMÓN DEL MONTE
(El libro del pueblo de Dios)

Sinceridad y desprendimiento (Mt 6, 22-24)

(Lc 11, 34-35; 16,13)

La lámpara del cuerpo

22. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.
                         23. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se                                     oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!

                         "Hay miradas que matan", dice un refrán popular.  Y es que en la mirada se reflejan los                                           sentimientos mas hondos de nuestro ser: el amor, la tristeza, la alegría, el odio, la                                                   desconfianza, la lujuria, el desprecio, la sinceridad, la vergüenza y muchos mas. En ocasiones                               esquivamos la mirada del otro cuando nos sentimos culpables de algo o no nos agrada. 

                         Nuestra enfermedad interior se reflejará, como dice la Palabra, en nuestra mirada.  Por eso                                   muchas veces vemos lo que queremos ver, lo que nos conviene ver y no la realidad que nos                                 rodea. Otras veces, como los ciegos, no vemos nada pues nuestros filtros mentales y las                                         gringolas que tenemos no lo permiten.


miércoles, 29 de enero de 2020

#729- Los Discursos de Jesús 8 - El juzgar a los demas


SERMÓN DEL MONTE
(El libro del pueblo de Dios)



No juzgar a la ligera (Mt 7, 1-6)

(Lc 6,37-38.41-42)

El juzgar a los demás

1. No juzguen, para no ser juzgados.
2. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
3. ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
4. ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Deja que te saque la paja de tu ojo', si hay una viga en el tuyo?
5. Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
                         6. No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea                             que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.

                         Hoy nos invita Jesús a mirarnos a nosotros mismos y ver nuestras debilidades y                                   pecados para que nos demos cuenta de que no tenemos autoridad alguna para                                 juzgar a los demás. Aunque no debemos juzgar nunca pues a lo que nos llama el                                 Señor  es a ayudar a los hermanos a superarse en el camino de Jesús. Y al hacerlo                             que nuestra corrección sea  fraterna. Es decir en el amor de Dios.

                         Por ultimo nos pide Jesús que valoremos la gracia y el tesoro del Reino que el nos                             dejó. Que lo tratemos con la importancia y dignidad que tiene. Que no lo                             tomemos como algo liviano y trivial. Tanto la Palabra como la Eucaristía son lo                              mas grande de nuestra fe catolica pues son el mismo Jesús que se hace presente y                            habita en nosotros.

lunes, 27 de enero de 2020

#728 - Los Discursos de Jesús 7 - La regla de oro



SERMÓN DEL MONTE
(El libro del pueblo de Dios)


La regla de oro (Mt 7, 12)

(Lc 6,31)

12. Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.

Actitud ante la Ley de Moisés (Mt 5, 17-48)

(Lc 12, 57-59; Mc 10, 4. 11-12; Lc 16, 18; Lc 6, 28-29; Lc 6, 27-28.32-36)

Jesús y la ley
17. No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
19. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
20. Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.

Jesús y la ira
21. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
22. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
23. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,
24. deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
25. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
26. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Jesús y el adulterio
27. Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio.
28. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
29. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
30. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
Jesús y el divorcio
31. También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.
32. Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.

Jesús y los juramentos
33. Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor.
34. Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,
35. ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.
36. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
37. Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.

El amor hacia los enemigos
38. Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
39. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
40. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
41. y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
42. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
43. Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
44. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
45. así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
46. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
47. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
                         48. Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

                         En esto consiste la Ley y los Profetas. Meditalo con calma y ponlo en practica. 

domingo, 26 de enero de 2020

#727 - Domingo de la Palabra

Hoy, nuestro Papa Francisco ha proclamado este Tercer Domingo del Tiempo Ordinario como el "Domingo de la Palabra". Transcribimos un extracto de las palabras iniciales del Papa en su mensaje.


CARTA APOSTÓLICA
EN FORMA DE «MOTU PROPRIO»
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
APERUIT ILLIS
CON LA QUE SE INSTITUYE EL DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

"1. «Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras» (Lc 24,45). Es uno de los últimos gestos realizados por el Señor resucitado, antes de su Ascensión. Se les aparece a los discípulos mientras están reunidos, parte el pan con ellos y abre sus mentes para comprender la Sagrada Escritura. A aquellos hombres asustados y decepcionados les revela el sentido del misterio pascual: que según el plan eterno del Padre, Jesús tenía que sufrir y resucitar de entre los muertos para conceder la conversión y el perdón de los pecados (cf. Lc 24,26.46-47); y promete el Espíritu Santo que les dará la fuerza para ser testigos de este misterio de salvación (cf. Lc 24,49).
La relación entre el Resucitado, la comunidad de creyentes y la Sagrada Escritura es intensamente vital para nuestra identidad. Si el Señor no nos introduce es imposible comprender en profundidad la Sagrada Escritura, pero lo contrario también es cierto: sin la Sagrada Escritura, los acontecimientos de la misión de Jesús y de su Iglesia en el mundo permanecen indescifrables. San Jerónimo escribió con verdad: «La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo» (In Is., Prólogo: PL 24,17).
2. Tras la conclusión del Jubileo extraordinario de la misericordia, pedí que se pensara en «un domingo completamente dedicado a la Palabra de Dios, para comprender la riqueza inagotable que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo» (Carta ap. Misericordia et misera, 7). Dedicar concretamente un domingo del Año litúrgico a la Palabra de Dios nos permite, sobre todo, hacer que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable. En este sentido, me vienen a la memoria las enseñanzas de san Efrén: «¿Quién es capaz, Señor, de penetrar con su mente una sola de tus frases? Como el sediento que bebe de la fuente, mucho más es lo que dejamos que lo que tomamos. Porque la palabra del Señor presenta muy diversos aspectos, según la diversa capacidad de los que la estudian. El Señor pintó con multiplicidad de colores su palabra, para que todo el que la estudie pueda ver en ella lo que más le plazca. Escondió en su palabra variedad de tesoros, para que cada uno de nosotros pudiera enriquecerse en cualquiera de los puntos en que concentrar su reflexión» (Comentarios sobre el Diatésaron, 1,18).
Por tanto, con esta Carta tengo la intención de responder a las numerosas peticiones que me han llegado del pueblo de Dios, para que en toda la Iglesia se pueda celebrar con un mismo propósito el Domingo de la Palabra de Dios. Ahora se ha convertido en una práctica común vivir momentos en los que la comunidad cristiana se centra en el gran valor que la Palabra de Dios ocupa en su existencia cotidiana. En las diferentes Iglesias locales hay una gran cantidad de iniciativas que hacen cada vez más accesible la Sagrada Escritura a los creyentes, para que se sientan agradecidos por un don tan grande, con el compromiso de vivirlo cada día y la responsabilidad de testimoniarlo con coherencia.
El Concilio Ecuménico Vaticano II dio un gran impulso al redescubrimiento de la Palabra de Dios con la Constitución dogmática Dei Verbum. En aquellas páginas, que siempre merecen ser meditadas y vividas, emerge claramente la naturaleza de la Sagrada Escritura, su transmisión de generación en generación (cap. II), su inspiración divina (cap. III) que abarca el Antiguo y el Nuevo Testamento (capítulos IV y V) y su importancia para la vida de la Iglesia (cap. VI). Para aumentar esa enseñanza, Benedicto XVI convocó en el año 2008 una Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre el tema “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia”, publicando a continuación la Exhortación apostólica Verbum Domini, que constituye una enseñanza fundamental para nuestras comunidades[1]. En este Documento en particular se profundiza el carácter performativo de la Palabra de Dios, especialmente cuando su carácter específicamente sacramental emerge en la acción litúrgica[2].
Por tanto, es bueno que nunca falte en la vida de nuestro pueblo esta relación decisiva con la Palabra viva que el Señor nunca se cansa de dirigir a su Esposa, para que pueda crecer en el amor y en el testimonio de fe.
3. Así pues, establezco que el III Domingo del Tiempo Ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios. Este Domingo de la Palabra de Dios se colocará en un momento oportuno de ese periodo del año, en el que estamos invitados a fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos. No se trata de una mera coincidencia temporal: celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad."

En nuestro proyecto misionero de la Diócesis de Ponce, Puerto Rico, reflexionaremos durante todo este año sobre la Palabra y la Eucaristía. Y oraremos de esta manera, recordando el pasaje de los discípulos de Emaus:

Señor Jesucristo,
tu que nos acompañas en el
camino de la vida,
te pedimos que enciendas nuestros 
corazones con el fuego de las 

Escrituras, para que participando en tu
                                                  Mesa, seamos fortalecidos en el 
                                                  Amor y la 
                                                  Unidad, y así lleguemos a ser auténticos
                                                  Servidores del Reino.

Tu, que vives y reinas,
por los siglos de los siglos,
Amen. 

sábado, 25 de enero de 2020

#726 - Los Discursos de Jesús 6 - Sal y Luz del mundo


SERMÓN DEL MONTE
(El libro del pueblo de Dios)


Sal y luz del mundo (Mt 5, 13-16)

(Mt 4,21; 9, 50; Lc 8,16; 11,33; 14, 34-35)

Sal del mundo
13. Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.

La luz del mundo

                      14. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de                        una montaña. 15. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino                          que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. 16.                        Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que                                ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.


                    ? As perdido el sabor a la vida en Cristo? Pues es hora de sazonarla nuevamente                                    volviendo  a la oración intima con la Palabra, al sacramento de la reconciliación y a la                          Eucaristia. 

                    Esa semilla que recibiste  en el bautismo es el aceite que mantiene encendida tu lampara                      y da como fruto tus buenas obras. Por ellas los demás podrán reconocer y glorificar al                          Padre. Y habrás realizado así tu apostolado ne el mundo. 

viernes, 24 de enero de 2020

#725 - Los Discursos de Jesús 5 - Las bienaventuranzas


Sermón del monte
(El libro del pueblo de Dios)

Las Bienaventuranzas (Mt 5, 3-12)

(Lc 6, 20-23)

3. Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
4. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
5. Felices los afligidos, porque serán consolados.
6. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
7. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
8. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
9. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
10. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
11. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
12. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron. 

Este se considera el primer discurso de Jesús cuando después de la muerte de Juan Bautista se retira a Galilea y da comienzo allí a la predicación Reino.

Es pues, este discurso, la esencia de lo que el vino a traernos: un Reino que nos debe llenar dalegría aunque tengamos que padecer y ser perseguidos por asumirlo. Alegres y regocijados porque nos sentiremos en paz y seguros de que estamos en el camino verdadero. 

?Con cuantas de estas bienaventuranzas te identificas?

jueves, 23 de enero de 2020

#724 - Enseñar con autoridad


Marcos 1, 21-28

"Enseñar y hablar con autoridad significa respaldar con la vida lo que dicen las palabras. La enseñanza no es solo transmisión de ideas y conceptos. La enseñanza es comunicación de una profunda experiencia de vida capaz de impactar a las personas que están escuchando. Cuando las palabras están avaladas por las actitudes, acciones y gestos cotidianos es lo que denominamos <autoridad moral>. hace lo que dice y dice lo que hace. En esto consiste la autoridad de Jesús, su autenticidad de vida...Cuanta coherencia y autenticidad de vida necesitamos hoy como Iglesia. Solo cuando tengamos autoridad como la de Jesús seremos capaces de derrotar los <espíritus malignos>  encarnados en nuestras estructuras sociales y religiosas".


Tomado del Diario Bíblico 2020

miércoles, 22 de enero de 2020

#723 - Los Discursos de Jesús 4 - El tesoro, la perla y la red

    



Discurso en Parábolas
(Texto tomado de "El libro del pueblo de Dios")



 Parábola del tesoro, la perla y la red (Mt 13, 44-52)

La parábola del tesoro

El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.

La parábola de la perla

45 El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; 46 y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.

La parábola de la red

47 El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. 48 Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. 49 Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, 50 para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.

Conclusión
                         51 ¿Comprendieron todo esto?». «Sí», le respondieron. 52 Entonces agregó: «Todo escriba                                   convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus                               reservas lo nuevo y lo viejo».

                         Sepamos valorar nuestra herencia católica que viene directamente de Cristo y se funda en lo                               viejo (EL Viejo Testamento - La Ley y los Profetas) y actualicemos lo nuevo (Enciclícas, Vaticano                             II, Exhortaciones, Sínodos, etc). De esta manera apreciaremos como el gran tesoro y la perla de                           gran valor el reino de Dios y echaremos las redes para continuar pescando hombres para este                             reino.

martes, 21 de enero de 2020

#722 - Los Discursos de Jesús 3 - El grano de mostaza y la levadura





Discurso en Parábolas
(Texto tomado de "El libro del pueblo de Dios")



   Parábola de la mostaza y la levadura (Mt 13, 31-33)

La parábola del grano de mostaza

(Mc. 4. 30-32 Lc. 13. 18-19)

31 También les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. 32 En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas».

La parábola de la levadura

(Lc. 13. 20-21)

 33 Después les dijo esta otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa».

Si de verdad hemos recibido el Reino  de los Cielos esa semilla imperceptible que el Señor sembró en cada uno de nosotros por el Bautismo debió haber crecido a tal punto que hoy debemos ser cobijo para todos los necesitados del mundo.

De igual manera, como levadura del mundo, esa masa debió haber fermentado para ser alimento de vida eterna para todos. Aquí es donde todavía nos falta mucho por mejorar en nuestro camino hacia Dios. Tenemos que ser levadura incorrupta para que se den los frutos esperados. 

lunes, 20 de enero de 2020

#721 - Los Discursos de Jesús 2 -La cizaña y el trigo



Discurso en Parábolas
(Texto tomado de "El libro del pueblo de Dios")


Parábola de la cizaña y el trigo (Mt 13, 24-30; 36-43)

La parábola de la cizaña

24 Y les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. 26 Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. 27 Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?. 28 Él les respondió: Esto lo ha hecho algún enemigo. Los peones replicaron: ¿Quieres que vayamos a arrancarla? 29 No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. 30 Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero».

Explicación de la parábola de la cizaña

                    36 Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le                                   dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo». 37 Él les respondió: «El que siembra la                       buena semilla es el Hijo del hombre; 38 el campo es el mundo; la buena semilla son los que                                 pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, 39 y el enemigo que la                                       siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. 40 Así                        como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del                                mundo. 41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los                                    escándalos y a los que hicieron el mal, 42 y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y                          rechinar de dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre.                          ¡El  que tenga oídos, que oiga!

                   ?Cuantas veces quisiéramos sacar del medio de nuestro entorno, ya sea en la familia, el                                         vecindario,  la parroquia, la sociedad, a aquellos que no nos agradables por su personalidad,                                 por su conducta o por su "pecado"? Hoy Jesús nos llama a ser misericordiosos, a perdonar y a                             darle  una oportunidad a estas personas. No nos apresuremos a arrancar la cizaña. Solo Dios les                        juzgara en el ultimo día.

domingo, 19 de enero de 2020

#720 - Los Discursos de Jesús - El sembrador

Mateo en su evangelio organiza su relato sobre la vida de Jesucristo en cinco grandes discursos que el maestro pronuncio en diversos momentos de su paso por la tierra.

Reflexionando sobre cada uno de estos discursos caminemos como discípulos del Señor y afiancemos nuestro compromiso como cristianos.

Discurso en Parábolas
(Texto tomado de "El libro del pueblo de Dios")

LAS PARÁBOLAS DEL REINO

A pesar de la oposición cada vez más abierta, Jesús no se deja intimidar. Él nos enseña qué es el Reino de los Cielos en forma de siete parábolas, agrupadas por san Mateo en el tercer discurso de su Evangelio. Por medio de estas breves comparaciones, tomadas de la vida cotidiana, el Señor llama a la reflexión y busca la manera de entrar en diálogo con sus oyentes. Las parábolas descorren un poco, aunque no del todo, el misterio del Reino de Dios. Ese Reino escapa a toda definición: es como...; se parece a...; se puede comparar con...
De estas parábolas se desprende que el Reino de los Cielos es una «nueva situación», un «nuevo estado de cosas» que viene de Dios y se inicia con Jesús, pero reclama la respuesta de los hombres. Sus comienzos son muy modestos y apenas perceptibles. Inaugurado por el «sembrador» que sale a sembrar, debe fructificar hasta la cosecha definitiva, de manera misteriosa y más allá de las contradicciones y los fracasos aparentes. Nada puede impedir que siga adelante, y sin duda terminará por transformarlo todo. Por él vale la pena sacrificar incluso los bienes más preciosos. Ya se ha hecho visible, pero sólo al fin se manifestará plenamente.

 Parábola del sembrador (Mt 13, 1-23)

(Mc. 4. 1-2 Lc. 8. 4)

                     1 Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. 2 Una gran multitud se reunió junto                        a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía                          en la costa. 3 Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas.


(Mc. 4. 3-9 Lc. 8. 5-8)
3 Les decía: «El sembrador salió a sembrar. 4 Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. 5 Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; 6 pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. 7 Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. 8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. 9 ¡El que tenga oídos, que oiga!».

(Mc. 4. 10-12 Lc. 8. 9-10 Mt. 25. 29)
(Mc. 4. 25 Lc. 8. 18; 10. 23-24)

10 Los discípulos se acercaron y le dijeron: «¿Por qué les hablas por medio de parábolas?». 11 Él les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. 12 Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 13 Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. 14 Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.
16 Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. 17 Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.
(Mc. 4. 14-20 Lc. 8. 11-15)
                      18 Escuchen, entonces, lo que significa la parábola del sembrador. 19 Cuando alguien oye la                                Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en                        su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. 20 El que la recibe en terreno                            pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, 21 pero no                        la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una                                        persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe. 22 El que recibe la semilla entre                           espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción                         de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. 23 Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre                         que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por                       uno».

                      Esta es la única parábola que Jesús explica luego en detalles a sus discípulos lo cual denota la                              importancia de la misma y el deseo de EL de que sus discípulos ubicaran su vida y  y superaran                            los  obstaculos que les impedían seguirlo- El Sembrador sin ninguna atadura.

viernes, 17 de enero de 2020

#719 - Juan Capitulo I

San Juan en su evangelio es el único de los evangelistas que nos habla de la preexistencia de Cristo, el Verbo. veamos el Capítulo I de su Evangelio:

1En el principio el Verbo era, y el Verbo era junto a Dios, y el Verbo era Dios. 
2. Él era, en el principio, junto a Dios: 
3. Por Él, todo fue hecho, y sin Él nada se hizo de lo que ha sido hecho. 
4. En Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres
5. Y la luz luce en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. 
6. Apareció un hombre, enviado de Dios, que se llamaba Juan. 
7. Él vino como testigo, para dar testimonio acerca de la luz, a fin de que todos creyesen por Él. 
8. Él no era la luz, sino para dar testimonio acerca de la luz. 
9. La verdadera luz, la que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 
10.
 Él estaba en el mundo; por Él, el mundo había sido hecho, y el mundo no lo conoció. 
11. Él vino a lo suyo, y los suyos no lo recibieron. 
12. Pero a todos los que lo recibieron, les dió el poder de llegar a ser hijos de Dios: a los que creen en su nombre. 
13. Los cuales no han nacido de la sangre, ni del deseo de la carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 
14. Y el Verbo se hizo carne, y puso su morada entre nosotros - y nosotros vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre - lleno de gracia y de verdad.

!Que prueba más contundente de que Jesús es Dios  y que junto al Padre y con el Espíritu Santo todo fue creado!!Alabado sea el Dios-Trino que nos ha hecho hijos suyos y por ello herederos a su Vida!!Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo!