SERMÓN DEL MONTE
(El libro del pueblo de Dios)
La regla de oro (Mt 7, 12)
(Lc 6,31)
12. Todo lo que deseen
que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y
los Profetas.
Actitud ante la Ley de Moisés (Mt
5, 17-48)
(Lc 12, 57-59; Mc 10, 4. 11-12; Lc 16, 18; Lc
6, 28-29; Lc 6, 27-28.32-36)
Jesús y la ley
17. No piensen que vine para abolir la
Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18. Les aseguro que no desaparecerá ni
una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta
que todo se realice.
19. El que no cumpla el más pequeño de
estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el
menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será
considerado grande en el Reino de los Cielos.
20. Les aseguro que si la justicia de
ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino
de los Cielos.
Jesús y la ira
21. Ustedes han oído que se dijo a los
antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
22. Pero yo les digo que todo aquel que
se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel
que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice,
merece la Gehena de fuego.
23. Por lo tanto, si al presentar tu
ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra
ti,
24. deja tu ofrenda ante el altar, ve a
reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
25. Trata de llegar en seguida a un
acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el
adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
26. Te aseguro que no saldrás de allí
hasta que hayas pagado el último centavo.
Jesús y el adulterio
27. Ustedes han oído que se dijo: No
cometerás adulterio.
28. Pero yo les digo: El que mira a una
mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
29. Si tu ojo derecho es para ti una
ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se
pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la
Gehena.
30. Y si tu mano derecha es para ti una
ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda
uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
Jesús y el divorcio
31. También se dijo: El que se divorcia
de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.
32. Pero yo les digo: El que se divorcia
de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y
el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
Jesús y los juramentos
33. Ustedes han oído también que se dijo
a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al
Señor.
34. Pero yo les digo que no juren de
ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,
35. ni por la tierra, porque es el estrado
de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.
36. No jures tampoco por tu cabeza,
porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
37. Cuando ustedes digan 'sí', que sea
sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del
Maligno.
El amor hacia los enemigos
38. Ustedes han oído que se dijo: Ojo por
ojo y diente por diente.
39. Pero yo les digo que no hagan frente
al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla
derecha, preséntale también la otra.
40. Al que quiere hacerte un juicio para
quitarte la túnica, déjale también el manto;
41. y si te exige que lo acompañes un
kilómetro, camina dos con él.
42. Da al que te pide, y no le vuelvas la
espalda al que quiere pedirte algo prestado.
43. Ustedes han oído que se dijo: Amarás
a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
44. Pero yo les digo: Amen a sus
enemigos, rueguen por sus perseguidores;
45. así serán hijos del Padre que está en
el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la
lluvia sobre justos e injustos.
46. Si ustedes aman solamente a quienes
los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
47. Y si saludan solamente a sus
hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
48. Por lo tanto, sean
perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
En esto consiste la Ley y los Profetas. Meditalo con calma y ponlo en practica.