Son muchos los puertorriqueños que desconocen los orígenes de la lucha que por mantener vivo a este pueblo caribeño se ha dado desde tiempos precolombinos. El autor puertorriqueño Jalil Sued Badillo en su libro "Agüeybana El Bravo" nos relata la gesta de tal vez el primer héroe de la Patria Borincana. He aquí un resumen de lo que Jalil nos narra.
Todos los países de
América tienen un cacique heroico. (Pag. 15)
Nuestra historia de
pueblo comienza con el quehacer de los primeros habitantes en nuestro suelo patrio…
(Pag. 15)
La patria es de
quienes la afirman y nosotros queremos afirmarla y queremos saber como la
afirmaron los que vinieron antes que nosotros, comenzando con el primero, con
la historia del cacique de los antiguos borincanos, a quien hoy reconocemos
como el heroico Agüeybana. (Pag. 20-21)
Borikén…fue el
escenario del primer cacicazgo antillano…fue el escenario de la primera cultura
mestiza criolla, la llamada cultura “Ostiones-Elenoide” de los siglos quinto al
noveno d. C. Fue la isla desde se expandió a las otras grandes Antillas la
cultura criolla con sus fundamentos materiales, económicos, políticos,
religiosos y lingüísticos. (Pag. 21)
El mito de la
docilidad de los taínos como el de su súbita desaparición fueron entuertos de
los historiadores coloniales. (Pag. 22)
Agüeybana era miembro
de una extensa familia cacical a través de cuyos parientes administraba y
gobernaba una amplia región, que incluía algunos lugares en la isla de
Quisqueya y posiblemente en las Antillas Menores. (Pag. 33)
En septiembre de 1510
matan al teniente de Gobernador Don Cristóbal de Sotomayor. (Pag. 72 y Nota
75). Agüeybana en persona, junto a un
pequeño escuadrón, siguió sus pasos interceptándolo en un punto del rio Jauca,
en el hoy Barrio Jauca del Municipio de Jayuya, dándole muerte a él y a sus
cuatro acompañantes. Con estos hechos comienza formalmente la guerra entre el
pueblo borincano y los castellanos… (Pag. 72)
En la literatura
clandestina independentista de la segunda mitad de aquel siglo (siglo XIX) encontramos alusión al
campesinado insular como “hijos de Agüeybana el bravo”, instando a rebelarse
contra el tiránico gobierno colonial; es decir nuestro cacique fue el primer
símbolo de lucha por la independencia puertorriqueña. Además, el primer poema
independentista llevo el nombre de “Agüeybana el bravo”, escrito en el 1854 por
el ponceño Daniel Rivera y fueron los poetas
patrióticos de la primera mitad del siglo XX, con Llorens y Corretjer a la cabeza, quienes intentaron
dignificar la figura cacical e hincarla en la conciencia colectiva. (Pag. 88)
“Costó la conquista de
Borikén muchos españoles, pues los isleños eran esforzados… “– Francisco López
de Gomara, Historia General de las Indias.
(Pag. 143 y Nota 157)
Para 1517 se informaba
que la tercia parte de los indios todavía estaba alzada. (Pag. 177)
La guerra había
terminado, pero la guerrilla solo daba comienzo. El 15 de noviembre de 1520,
escribía el Factor Baltasar de Castro al rey: “habrá dos meses que fueron a la
Isla de San Juan cinco canoas con 150 caribes de guerra…” (Pag. 180)
En 1529 se llevo a
cabo el último de los asaltos guerrilleros: en esta ocasión informaron la
llegada de canoas a la región del Daguao, donde murió el prominente colono
Cristobal de Guzmán. (Pag. 180)
El indio borincano no
desapareció de su tierra sin resistencia, no se fundió con el invasor sin
queja, no murió sin lamento. Sus mujeres, violentadas y preñadas, prefirieron
matar la cría a verla vivir en la ignominia. Otros recurrieron al suicidio
colectivo, grupal, familiar. (Pag. 197)Otros se impusieron el
exilio. (Pag. 198).
Muchos de los llamados
“caribes” de la segunda mitad del Siglo XVI eran borincanos o descendientes de
estos. (Pag. 198)
Fueron estos héroes inspirados por la lucha hasta la muerte del cacique Agüeybana los responsables de que hoy, en el 2018, haya aun en nuestros genes herencia taina.
Hoy, cuando la existencia de la nación puertorriqueña esta seriamente amenazada, tenemos que hacer memoria de lo que fuimos y lo que somos: un pueblo que lucha, a veces desde la ignorancia de sus raíces, por sobrevivir y no desaparecer para siempre.
La semilla esta en cada uno de nosotros, los que viven aquí y los que viven y han nacido fuera de aquí, sobre todo los millones que viven en lo EU. Solo falta que dé los frutos de libertad que nos lleve a tomar el control total de nuestro destino como pueblo.
Despierta boricua. La señal es clara. No podemos seguir esperando por que alguien lo haga por nosotros. A cada uno le toca su parte. Busca la tuya y se parte de la gesta por la vida de Puerto Rico.
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