En su libro "Testigos de la esperanza", monseñor Francois-Xavier Nguyen Van Thuan, entonces Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y de la Paz y, víctima de la persecución y encarcelado siendo Obispo Católico en Vietnam, nos trae esta reflexión.
En el capitulo 1 nos dice:
El misterio de nuestra llamada
"El <Libro de la genealogía de Jesucristo> se articula en tres partes. En la primera, se nombra a los patriarcas; en la segunda, a los reyes antes del exilio de babilonia; en la tercera, a los reyes posteriores al destierro.
Lo que sorprende en primer lugar en la lectura del texto es el misterio de la vocación, de la elección por parte de Dios...incomprensible a los parámetros de la razón e incluso a veces escandalosa.
...Abrahán, en vez de elegir a su primogénito Ismael, hijo de Agar, elige a Isaac, el segundogénito, hijo de la promesa, hijo de su mujer, Sara.
...Isaac quiso bendecir a su primogénito, Esaú, pero, al final, bendijo a Jacob, según un misterioso designio de Dios.
Jacob no transmite la continuidad familiar, que avanza históricamente hacia el Mesías, ni a Rubén, el primogénito, ni a José, el mas amado, el mejor de todos...La elección recayó sobre Judá, su cuarto hijo, responsable, junto a los demás, de la venta de José a los mercaderes que lo condujeron a Egipto.
El misterio desconcertante de la elección que Dios hace de los antepasados del Mesías empieza a requerir nuestra atención.
Esta página ilumina el misterio de nuestra vocación.
<No me habéis elegido vosotros a mi, sino que yo os he elegido a vosotros>.(Jn 15,16)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario