Cuando en Lucas 8, 19-21 avisan a Jesús que su madre quiere
verle, el aprovecha el momento para nombrar
madre y hermanos suyos a todos los que escuchan su palabra y la cumplen.
Y es que María supo escuchar profundamente la voz del
Espíritu Santo y de esta manera hacer
que se cumpliera en ella plenamente.
Hagamos pues lo que Él nos dice.
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