En su libro "Testigos de la esperanza", monseñor Francois-Xavier Nguyen Van Thuan, entonces Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y de la Paz y, víctima de la persecución y encarcelado siendo Obispo Católico en Vietnam, nos trae esta reflexión.
En el capitulo 20 nos presenta a Maria como modelo.
"En estos días he tenido el privilegio de estar en silencio contemplando a la Virgen, tan bien presentada en esta capilla Redentoris Mater. Y del corazón me ha brotado esta hermosa oración de Paul Claudel:
<Es mediodía. Veo la iglesia abierta Tengo que entrar.
Madre de Cristo Jesús, no vengo a rezar.
No tengo nada que ofrecerte y nada que pedirte.
Vengo solo, oh Madre, para mirarte.
Mirarte, llorar de felicidad[...]
Sin decir nada, sino mirando tu rostro,
dejar que el corazón cante en su propia lengua.
No decir nada, sino solo cantar,
porque el corazón esta demasiado lleno."