Ante el Santísimo 16 (Juan 17)
Así,
como en el principio
Tu y el Padre
fueron uno
has
dejado en testimonio
en esta
oración final
que
aquellos que tu escogiste
fueron
uno por igual.
Y le
pediste a Tu Padre
que los
protegiera a todos.
Que
ninguna se perdiera.
Que en
el mundo se estuvieran
sin ser
atados al mundo.
Así Tu gloria verían.
Padre,
gracias por tu Hijo
porque
El nos muestra el camino
y se
quedó con nosotros
el
Espíritu Divino.
Permítenos
tu Palabra predicar
porque
es Vida y es Verdad.
William Quintana Nieves