Semillas del Verbo y situaciones imperfectas
77.«…El matrimonio natural…se comprende plenamente a la luz de su cumplimiento sacramental: sólo fijando la mirada en Cristo se conoce profundamente la verdad de las relaciones humanas…Resulta particularmente oportuno comprender en clave cristocéntrica […] el bien de los cónyuges…», que incluye la unidad, la apertura a la vida, la fidelidad y la indisolubilidad, y dentro del matrimonio cristiano también la ayuda mutua en el camino hacia las más plena amistad con el Señor…«Fuera del verdadero matrimonio natural también hay elementos positivos en las formas matrimoniales de otras tradiciones religiosas»…Podemos decir que «toda persona que quiera traer a este mundo una familia, que enseñe a los niños a alegrarse por cada acción que tenga como propósito vencer el mal – una familia que muestra que el Espíritu está vivo y actuante – encontrará gratitud y estima, no importando el pueblo, o la religión a la que pertenezca».
78. «La mirada de Cristo, cuya luz alumbra a todo hombre (cf. Jn 1,9; Gaudium et spes, 22) inspira el cuidado pastoral de la Iglesia hacia los fieles que simplemente conviven, quienes han contraído matrimonio sólo civil o los divorciados vueltos a casar…pide para ellos la gracia de la conversión; les infunde valor para hacer el bien, para hacerse cargo con amor el uno y para del otro y para estar al servicio de la comunidad en la que viven y trabajan […] Cuando la unión alcanza una estabilidad notable mediante un vínculo público - y está connotada de afecto profundo, de responsabilidad por la prole, de capacidad de superar las pruebas – puede ser vista como una oportunidad hacia el sacramento del matrimonio, allí donde sea posible».
79«….hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición».
¿Conoces parejas que estén viviendo su relación en situaciones imperfectas (conviven, divorciados, etc?