45.
«Son muchos los
niños que nacen fuera del matrimonio…y muchos los que después crecen con un
solo de los padres o en un contexto familiar ampliado o reconstituido[…] la
explotación sexual de la infancia constituye una de las realidades más
escandalosas y perversas de la sociedad actual…en las sociedades golpeadas por
la violencia a causa de la guerra, del terrorismo o de la presencia del crimen
organizado, se dan situaciones familiares deterioradas…y en sus periferias
crece el llamado fenómeno de los niños de la calle». El abuso sexual de los
niños se torna todavía más escandaloso cuando ocurre en los lugares donde deben
ser protegidos, particularmente en las familias y en las escuelas y en las
comunidades e instituciones cristianas.
46.
Las migraciones
«representan otro signo de los tiempos que hay que afrontar y comprender con
toda la carga de consecuencias sobre la vida familiar»…La Iglesia ha tenido en
este ámbito un papel importante…La movilidad humana, que corresponde al
movimiento histórico natural de los pueblos, puede revelarse una autentica
riqueza, tanto para la familia que emigra como para el país que la acoge, Otra
cosa es la migración forzada de las familias como consecuencia de situaciones
de guerra, persecuciones, pobreza, injusticia, marcada por las vicisitudes de
un viaje que a menudo pone en riesgo la vida, traumatiza a las personas y desestabiliza
a las familias. El acompañamiento de los migrantes exige una pastoral
especifica…Esto se debe llevar a cabo respetando sus culturas, la formación
religiosa y humana de la que provienen, así como la riqueza espiritual de sus
ritos y tradiciones, también mediante un cuidado pastoral especifico […] Las
experiencias migratorias resultan especialmente dramáticas y devastadoras,
tanto para las familias como para las personas, cuando tienen lugar fuera de la
legalidad y son sostenidas por los circuitos internacionales de la trata de
personas. También cuando conciernen a las mujeres o los niños no acompañados, obligados
a permanencias prolongadas en lugares de pasaje entre un país y otro, en campos
de refugiados…«Las persecuciones de los cristianos, así como de las minorías
étnicas y religiosas, en muchas partes del mundo, especialmente en Oriente
Medio, son una gran prueba: no solo para la Iglesia, sino también para toda la
comunidad internacional. Todo esfuerzo debe ser apoyado para facilitar la
permanencia de las familias y de las comunidades cristianas en sus países de
origen.
¿Qué podemos hacer
desde nuestros hogares para que estas situaciones puedan disminuir?
¿Has vivido alguna
experiencia con migrantes que te haya impactado?