Himno de laudes
Oh, Virgen, resplandeciente estrella
de caridad para los santos
y manantial vivo y fecundo de esperanza
para nosotros, los mortales.
Tanto vales, gran Señora,
ante el piadoso corazón de tu Hijo,
que quien pide con confianza,
por ti, segura lo alcanza.
La ayuda de tu bondad
no solo auxilia al que te implora,
sino que con gusto das
y el deseo de los suplicantes colmas.
En ti la misericordia,
en ti la grandeza;
tú contienes la bondad
que las criaturas poseen.
Gloria sea dada al Padre y al Paráclito
y al Nacido de ti,
que te han llamado a ser
la santa Madre de la Iglesia. Amén.
Buen dia para todos
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