Exhortación Apostólica “Los fieles laicos” de San Juan Pablo II
Las diversas vocaciones laicales
56. La rica variedad de la Iglesia
encuentra su ulterior manifestación dentro de cada uno de los estados de vida. Así,
dentro del estado de vida laical se dan diversas «vocaciones», o sea, diversos
caminos espirituales y apostólicos… En este campo podemos recordar también la
experiencia espiritual que ha madurado recientemente en la Iglesia con el
florecer de diversas formas de Institutos seculares. A los fieles laicos, y
también a los mismos sacerdotes, está abierta la posibilidad de profesar los
consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia a través de los votos o
las promesas, conservando plenamente la propia condición laical o clerical.
Podemos concluir releyendo una hermosa
pagina de San Francisco de Sales… Hablando de la «devoción», es decir de la
perfección cristiana o «vida según el Espíritu», presenta de manera simple y
esplendida la vocacion de todos los cristianos a la santidad…: «En la Creación
Dios mando a las plantas a reproducir sus frutos, cada una “según su especie”
(Gn 1,11). El mismo mandamiento dirige a los cristianos, que son plantas vivas
de su Iglesia, para que produzcan frutos de devoción, cada uno según su estado
y condición… en cualquier lugar que nos encontremos, podemos y debemos aspirar
a la vida perfecta»
… cada uno es llamado por su nombre,
en la unicidad e irrepetibilidad de su historia personal, a aportar su propia contribución
al advenimiento del Reino de Dios. Ningún talento, ni siquiera el más pequeño,
puede ser escondido o quedar inutilizado (cf. Mt 25, 24-27).
El apóstol Pedro nos advierte: «Que
cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos
administradores de las diversas gracias de Dios» (1 P 4,10).