viernes, 30 de junio de 2017

#194-Los magos de oriente

#194 - Luego del nacimiento de Jesús, el único que nos cuenta la visita de los Magos es Mateo.

La visita de los magos

2:1 Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén
2:2 y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".
2:3 Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
2:4 Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.
2:5 "En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
2:Y tú, Belén, tierra de Judá,
ciertamente no eres la menor
entre las principales ciudades de Judá,
porque de ti surgirá un jefe
que será el Pastor de mi pueblo, Israel".
 Miqueas 5, 1 Juan 7, 42
2:7 Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella,
2:8 los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje".
2:9 Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
2:10 Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,
2:11 y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.
2:12 Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.


Desde este pasaje comenzó en Europa la Fiesta y veneracion de los tres Reyes Magos, muy popular por cierto en Puerto Rico y que la Iglesia Católica celebra cada 6 de enero en la Solemnidad de la Epifanía del Senor (o manifestación de Jesús al mundo gentil). 

jueves, 29 de junio de 2017

#193 - Hoy celebra nuestra Iglesia Católica  la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

Pedro, el primer apóstol, a quien junto a su hermano Andrés, el Senor llamó para convertirle en pescador de hombres. Su gran fe en Jesús-Mesías le valió ser escogido por el mismo Cristo como la piedra donde se construiría su Iglesia. Y entre negaciones y disputas, supo ejercer su autoridad y  vencer las dificultades que en sus comienzos tuvieron aquellas primeras comunidades cristianas. Lleno del Espíritu Santo predicó al igual que Pablo a Jesús, muerto y resucitado. Ambos como el maestro fueron martirizados en Roma.

Pablo, fariseo puro, supo abrir su corazón al mensaje de Cristo  y fue el responsable de llevar la Buena Nueva del Reino hasta los confines de la tierra. Misionero por excelencia, fue dejando a su paso comunidades de cristianos por el fundadas muchas de ellas. Vivio hasta que murió preocupado por ellas, por su fidelidad y pureza, por su  organización jerárquica.

Nuestra Iglesia mantiene en la persona del Papa ese primado de Pedro. Y en cada uno de nosotros ese espíritu misionero de Pablo para el reino siga extendiéndose por toda la tierra.

Pidámosle hoy a ambos por el papa Francisco y por los misioneros.

miércoles, 28 de junio de 2017

#192 - Continuando la secuencia de los evangelios veamos como nos narra Lucas (el único que lo hace) con detalles históricos y únicos el anuncio y nacimiento de Jesús:

El anuncio del nacimiento de Jesús
1:26 En el sexto mes, el Ángel Gabriel       fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 
1:27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. 
 El nombre de la virgen era María.
1:28 El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". 
1:29 Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. 
1:30 Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 
1:31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; 
 
1:32 él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 
1:33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". 

1:34 María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?"
1:35 El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
1:36 También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, 
1:37 porque no hay nada imposible para Dios". 

1:38 María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.

La visita de María a Isabel
1:39 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. 
1:40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
1:41 Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, 
1:42 exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 
1:43 ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? 
1:44 Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
1:45 Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".

El canto de la Virgen María
1:46 María dijo entonces: 
"Mi alma canta la grandeza del Señor,
1:47 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
1:48 porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
1:49 porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:¡su Nombre es santo!
1:50 Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
1:51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
1:52 Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
1:53 Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
1:54 Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia,
1:55 como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre". 
 
1:56 María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

El nacimiento de Jesús

2:1 En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. 
2:2 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. 
2:3 Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. 
2:4 José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, 
2:5 para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. 
2:6 Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; 
2:7 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
#191- En su Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium"  el Papa Francisco, en sus números 93-97, nos ayuda a discernir nuestra vida y la de la comunidad eclesial.

No a la mundanidad espiritual
93. La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de religiosidad e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria humana y el bienestar personal. Es lo que el Señor reprochaba a los fariseos: «¿Cómo es posible que creáis, vosotros que os glorificáis unos a otros y no os preocupáis por la gloria que sólo viene de Dios?» (Jn 5,44). Es un modo sutil de buscar «sus propios intereses y no los de Cristo Jesús» (Flp 2,21). Toma muchas formas, de acuerdo con el tipo de personas y con los estamentos en los que se enquista. Por estar relacionada con el cuidado de la apariencia, no siempre se conecta con pecados públicos, y por fuera todo parece correcto. Pero, si invadiera la Iglesia, «sería infinitamente más desastrosa que cualquiera otra mundanidad simplemente moral»[71].
94. Esta mundanidad puede alimentarse especialmente de dos maneras profundamente emparentadas. Una es la fascinación del gnosticismo, una fe encerrada en el subjetivismo, donde sólo interesa una determinada experiencia o una serie de razonamientos y conocimientos que supuestamente reconfortan e iluminan, pero en definitiva el sujeto queda clausurado en la inmanencia de su propia razón o de sus sentimientos. La otra es el neopelagianismo autorreferencial y prometeico de quienes en el fondo sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico propio del pasado. Es una supuesta seguridad doctrinal o disciplinaria que da lugar a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar. En los dos casos, ni Jesucristo ni los demás interesan verdaderamente. Son manifestaciones de un inmanentismo antropocéntrico. No es posible imaginar que de estas formas desvirtuadas de cristianismo pueda brotar un auténtico dinamismo evangelizador.
95. Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes aparentemente opuestas pero con la misma pretensión de «dominar el espacio de la Iglesia». En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las necesidades concretas de la historia. Así, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesión de pocos. En otros, la misma mundanidad espiritual se esconde detrás de una fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas, o en una vanagloria ligada a la gestión de asuntos prácticos, o en un embeleso por las dinámicas de autoayuda y de realización autorreferencial. También puede traducirse en diversas formas de mostrarse a sí mismo en una densa vida social llena de salidas, reuniones, cenas, recepciones. O bien se despliega en un funcionalismo empresarial, cargado de estadísticas, planificaciones y evaluaciones, donde el principal beneficiario no es el Pueblo de Dios sino la Iglesia como organización. En todos los casos, no lleva el sello de Cristo encarnado, crucificado y resucitado, se encierra en grupos elitistas, no sale realmente a buscar a los perdidos ni a las inmensas multitudes sedientas de Cristo. Ya no hay fervor evangélico, sino el disfrute espurio de una autocomplacencia egocéntrica.
96. En este contexto, se alimenta la vanagloria de quienes se conforman con tener algún poder y prefieren ser generales de ejércitos derrotados antes que simples soldados de un escuadrón que sigue luchando. ¡Cuántas veces soñamos con planes apostólicos expansionistas, meticulosos y bien dibujados, propios de generales derrotados! Así negamos nuestra historia de Iglesia, que es gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de constancia en el trabajo que cansa, porque todo trabajo es «sudor de nuestra frente». En cambio, nos entretenemos vanidosos hablando sobre «lo que habría que hacer» —el pecado del «habriaqueísmo»— como maestros espirituales y sabios pastorales que señalan desde afuera. Cultivamos nuestra imaginación sin límites y perdemos contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel.
97. Quien ha caído en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza la profecía de los hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazón al horizonte cerrado de su inmanencia y sus intereses y, como consecuencia de esto, no aprende de sus pecados ni está auténticamente abierto al perdón. Es una tremenda corrupción con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de salida de sí, de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres. ¡Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos dejemos robar el Evangelio!

Que esta reflexión nos sirva para ser mejores cristianos.

sábado, 24 de junio de 2017

#187 - En la Solemnidad del Sagrado Corazon de Jesus ayer viernes, nuestra Iglesia nos presenta en una de sus lecturas la primera Carta de Juan,que es una reflexión sobre Dios-Amor:

I Juan 4:7-16
7 Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.
9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
12 A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
13 En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del mundo.
15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece em él y él en Dios.
16 Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. 

jueves, 22 de junio de 2017

#186 - Lucas es el evangelista que nos narra con múltiples detalles el anuncio y nacimiento de Juan el bautista y de Jesús. Veamos estos relatos en Lucas 1, 5-25 y 1, 57-80.



5."Siendo Herodes rey de Judea, vivía allí un sacerdote llamado Zacarías. Pertenecía al grupo sacerdotal de Abías, y su esposa, llamada Isabel, era también descendiente de una familia de sacerdotes. 
6.Ambos eran personas muy cumplidoras a los ojos de Dios y se esmeraban en practicar todos los mandamientos y leyes del Señor. 
7.No tenían hijos, pues Isabel no podía tener familia, y los dos eran ya de edad avanzada.
 8.Mientras Zacarías y los otros sacerdotes de su grupo estaban oficiando ante el Señor, 
9.le tocó a él en suerte, según las costumbres de los sacerdotes, entrar en el Santuario del Señor para ofrecer el incienso.
 10.Cuando llegó la hora del incienso, toda la gente estaba orando afuera, en los patios. 
11.En esto se le apareció un ángel del Señor, de pie, al lado derecho del altar del incienso. 
12.Zacarías se turbó al verlo y el temor se apoderó de él. 
13.Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Isabel te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan. 
14.Será para ti un gozo muy grande, y muchos más se alegrarán con su nacimiento, 
15.porque este hijo tuyo será un gran servidor del Señor. No beberá vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre. 
16.Por medio de él muchos hijos de Israel volverán al Señor, su Dios. 
17.El mismo abrirá el camino al Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías, reconciliará a padres e hijos y llevará a los rebeldes a la sabiduría de los buenos. De este modo preparará al Señor un pueblo bien dispuesto.» 18.Zacarías dijo al ángel: «¿Quién me lo puede asegurar? Yo ya soy viejo y mi esposa también.» 
19.El ángel contestó: «Yo soy Gabriel, el que tiene entrada al consejo de Dios, y he sido enviado para hablar contigo y comunicarte esta buena noticia.
 20.Mis palabras se cumplirán a su debido tiempo, pero tú, por no haber creído, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo esto ocurra.»
 21.El pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaban de que se demorase tanto en el Santuario.
 22.Cuando finalmente salió, no podía hablarles, y comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. Intentaba comunicarse por señas, pues permanecía mudo. 
23.Al terminar el tiempo de su servicio, Zacarías regresó a su casa, 
24.y poco después su esposa Isabel quedó embarazada. Durante cinco meses permaneció retirada, pensando: 25.«¡Qué no ha hecho por mí el Señor! Es ahora cuando quiso liberarme de mi vergüenza.»" 

57."Cuando le llegó a Isabel su día, dio a luz un hijo, 58.y sus vecinos y parientes se alegraron con ella al enterarse de la misericordia tan grande que el Señor le había mostrado.59.Al octavo día vinieron para cumplir con el niño el rito de la circuncisión, 60.y querían ponerle por nombre Zacarías, por llamarse así su padre. Pero la madre dijo: «No, se llamará Juan.» 61.Los otros dijeron: «Pero si no hay nadie en tu familia que se llame así.» 62.Preguntaron por señas al padre cómo quería que lo llamasen. 63.Zacarías pidió una tablilla y escribió: «Su nombre es Juan», por lo que todos se quedaron extrañados. 64.En ese mismo instante se le soltó la lengua y comenzó a alabar a Dios. 65.Un santo temor se apoderó del vecindario, y estos acontecimientos se comentaban en toda la región montañosa de Judea. 66.La gente que lo oía quedaba pensativa y decía: «¿Qué va a ser este niño?» Porque comprendían que la mano del Señor estaba con él. 67.Su padre, Zacarías, lleno del Espíritu Santo, empezó a recitar estos versos proféticos: 68.Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. 69.Ahora sale triunfante nuestra salvación en la casa de David, su siervo, 70.como lo había dicho desde tiempos antiguos por boca de sus santos profetas: 71.que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; 72.que nos mostraría el amor que tiene a nuestros padres y cómo recuerda su santa alianza.73.Pues juró a nuestro padre Abraham 74.que nos libraría de nuestros enemigos para que lo sirvamos sin temor,75.justos y santos, todos los días de nuestra vida. 76.Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para preparle sus caminos,77.para decir a su pueblo lo que será su salvación. Pues van a recibir el perdón de sus pecados, 78.obra de la misericordia de nuestro Dios, cuando venga de lo alto para visitarnos cual sol naciente, 79.iluminando a los que viven en tinieblas, sentados en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por un sendero de paz. 80.A medida que el niño iba creciendo, le vino la fuerza del Espíritu. Vivió en lugares apartados hasta el día en que se manifestó a Israel." 

miércoles, 21 de junio de 2017

#185  - Hoy, las lecturas del Misal Romano nos hablan sobre como debe ser nuestra actitud ante el Senor y ante lo que hacemos por los demás.  Veamos.

I Corintios 9:6-11
6 Mirad: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia.
7 Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría.
8 Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena.
9 Como está escrito: Repartió a manos llenas; dio a los pobres; su justicia permanece eternamente.
10 Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia.
11 Sois ricos en todo para toda largueza, la cual provocará por nuestro medio acciones de gracias a Dios.

En Mateo 6, 16-18, el Evangelio nos alerta a cuidarnos de hacer obras buenas en publico solamente para que nos vean.

Estas leCturas nos colocan ante la disyuntiva de explicar las motivaciones más profundas de nuestras prácticas religiosas.  Y es que el encuentro con Dios acontece en lo secreto; cuando nos liberamos de la seducción de las apariencias y ponemos a Dios en el centro de nuestra búsqueda.

martes, 20 de junio de 2017

#184 - De todos los evangelistas fue Lucas el que se preocupo por narrar los hechos sobre la vida de Jesús y los comienzos de su Iglesia lo más cercano a la realidad. Por esto escribe un Evangelio que va desde la anunciación del Hijo de Dios hasta la misión última de Pablo en Roma. Este fue luego dividido por el Canon de la Iglesia en el "Evangelio según San Lucas" y en los "Hechos de los apóstoles".

Comencemos por el prólogo de su Evangelio y el comienzo de Hechos.

 Prólogo
1:1 Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros,
1:2 tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.
1:3 Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado,
1:4 a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.


"Hecho de los Apóstoles, 1

 1.En mi primer libro, querido Teófilo, hablé de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar. 
2.Al final del libro, Jesús, lleno del Espíritu Santo, daba instrucciones a los apóstoles que había elegido y era llevado al cielo. 
3.De hecho, se presentó a ellos después de su pasión, y les dio numerosas pruebas de que vivía. Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios." 

E aqui una garantía de que Lucas nos presenta unos relatos fidedignos de la Buena Nueva y su expansión por los confines del mundo conocido en esa época.  


jueves, 15 de junio de 2017

#177 - El Papa Francisco al final del año 2016, al proclamar el cierre del Jubileo de la Misericordia, nos  recordaba que las obras de misericordia espirituales y corporales había que seguirlas practicando siempre. Y escribia esta oración:

«Oh Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar a los
abandonados
y a los olvidados de esta tierra
que son tan valiosos a tus ojos. […]
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en
este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra.
Dios de Misericordia, concédenos
 recibir tu perdón
y de transmitir tu misericordia
en toda nuestra casa común.
Alabado seas.
Amen.
Vaticano, 1 de septiembre de 2016
FRANCISCO 

miércoles, 14 de junio de 2017

#176 - San Juan en su evangelio es el único de los evangelistas que nos habla de la preexistencia de Cristo, el Verbo. veamos el Capítulo I de su Evangelio:

1. En el principio el Verbo era, y el Verbo era junto a Dios, y el Verbo era Dios. 
2. Él era, en el principio, junto a Dios: 
3. Por Él, todo fue hecho, y sin Él nada se hizo de lo que ha sido hecho. 
4. En Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres
5. Y la luz luce en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. 
6. Apareció un hombre, enviado de Dios, que se llamaba Juan. 
7. Él vino como testigo, para dar testimonio acerca de la luz, a fin de que todos creyesen por Él. 
8. Él no era la luz, sino para dar testimonio acerca de la luz. 
9. La verdadera luz, la que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 
10.
 Él estaba en el mundo; por Él, el mundo había sido hecho, y el mundo no lo conoció. 
11. Él vino a lo suyo, y los suyos no lo recibieron. 
12. Pero a todos los que lo recibieron, les dió el poder de llegar a ser hijos de Dios: a los que creen en su nombre. 
13. Los cuales no han nacido de la sangre, ni del deseo de la carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 
14. Y el Verbo se hizo carne, y puso su morada entre nosotros - y nosotros vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre - lleno de gracia y de verdad.

!Que prueba más contundente de que Jesús es Dios  y que junto al Padre y con el Espíritu Santo todo fue creado!!Alabado sea el Dios-Trino que nos ha hecho hijos suyos y por ello herederos a su Vida!!Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo!
#175 - Ayer, en el Evangelio de la Décima semana del tiempo ordinario, Jesús nos llama a ser sal de la tierra y luz del mundo. Esto nos compromete a darle gusto a la vida en este planeta, a preservarlo de la corrupción.  Y también a brillar entre los hombres, de modo que cuando vean nuestras buenas obras, se glorifique al Padre. Para  ello es necesario seguir la ruta de vida que el nos ha señalado con las Bienaventuranzas. Para esto es que Cristo nos ha ungido, nos ha sellado y nos ha dado el Espíritu como garantía.

sábado, 3 de junio de 2017

#167 - Jesús, como nos cuenta Juan en su Evangelio, antes de pasión, lavó los pies de sus apóstoles para enseñarles que, el servir a los demás sin distinción de rangos y categorías, era lo principal en su Reino. Cuando luego escoge a Pedro para apacentar el rebaño, convirtiéndolo en el primer Vicario suyo en la tierra, se establece claro que la misión del pastor está construida sobre el servicio.

"Eso es apacentar. llevar a lugares de pastos verdes, para que a la gente no le falte el pan de la mesa ni el que alimenta la dignidad. Apacentar significa organizar, guiar, buscar canales de diálogo".

"Apacentar es ir adelante para descubrir nuevos pastos, para dar entusiasmo, alegría, ayudar a soñar. Y es ir atrás para dar esperanza, cuidar de todos para que nadie se quede". (Papa Francisco)

"Pidamos por los dirigentes, eclesiásticos y civiles, para que descubran su misión" de servir a los demás "y la cumplan con sabiduría y dignidad".

Las citas son de la Agenda Bíblica 2017.