Evangelio de Lucas
“…Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: «Bendito el que viene en nombre del Señor.»”
(Estas palabras de Jesús me hacen pensar en nuestras iglesias casi vacías y como el sigue llamándonos a la unidad y a acompañarle en su casa de oración, el templo. Oremos mucho por los que se han marchado o no están viniendo a la iglesia. Dejemos la comodidad y los miedos y escuchemos esa voz amorosa de Cristo, que como una madre quiere acogernos)