La III Conferencia del episcopado Latinoamericano, reunida en Puebla, Méjico, en 1979 en su Tercera Parte nos habla de “Evangelización en la Iglesia de América Latina Comunión y Participación”.
El llamado del Papa Francisco a la sinodalidad retoma estas conclusiones de Puebla. Veamos un resumen de esta Parte
COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE, PARROQUIA,
IGLESIA PARTICULAR
Además de la familia cristiana,
que es el primer centro de evangelización, el hombre vive su vocacion fraterna
en el seno de la Iglesia particular, en comunidades que hacen presente y
operante el designio salvífico del Señor, vivido en Comunion y participacion.
(467) Así, dentro de la Iglesia particular o diócesis, además de las parroquias,
hay que considerar las CEB (Med. 15,10) y otros grupos eclesiales.
(468) … En nuestra Iglesia de América
Latina hay gran anhelo de relaciones mas profundas y estables en la fe,
sostenidas y animadas por la Palabra de Dios. Se ha intensificado la oración en
común y el esfuerzo del pueblo por participar mas consciente y fructuosamente
en la liturgia.
(471) La Iglesia poco a poco se
ha ido desligando de quienes detentan el poder económico o político,
prescindiendo de dependencia y privilegios.
(472) La Iglesia en América
latina, quiere seguir dando un testimonio de servicio desinteresado y abnegado,
frente a un mundo dominado por el afán de lucro, por el ansia de poder y la
explotación.
(473) En la línea de una mayor participación, surgen ministerios y
servicios, como el diaconado permanente, celebradores de la palabra, animadores
de comunidades.
(474) Se manifiesta… como fruto
del Espíritu santo, un nuevo estilo de relaciones entre obispos y presbíteros y
de ellos con su pueblo, caracterizados por mayor sencillez, compresión y
amistad en el Señor.
(475) Se requiere todavía mayor
apertura del clero a la acción de los laicos, superación del individualismo
pastoral y de la autosuficiencia... el influjo del ambiente secularizado ha
producido a veces tendencias centrifugas y perdida de autentico sentido
eclesial.
(476) No se han encontrado
siempre los medios más eficaces para superar la escasa educación en la fe de
nuestro pueblo.